Cuando nos decimos unidos, que estamos en un grupo de personas podemos decir que somos como una cadena, una cadena de unión. Existe una paradoja en esta comparación.
La cadena es de las mas fuertes uniones, que nos da la seguridad de que nunca se romperá, y quedará atado ahí para siempre. También desde los inicios de los tiempos han sido de decoración, signo de belleza.
Pero cual es la paradoja, esta idea de una unión de eslabones aferrados uno sobre otro conformando lo que llamamos "cadena".
Lo que es controversial en las cadenas, es que es tan fuerte, tan poderosa como lo sea cada eslabón de ella, su poder no esta en la cadena en si, si no en la unión de cada una de sus partes. Siendo una de estas muy débil, la cadena sera romperá y lo será por mas que los demás eslabones sean extremadamente fuertes.
No importa cuan fuerte, poderoso sea, si en la cadena de unión de estas personas, no voy a ayudar a que los demás puedan serlo, la cadena será débil por mi egoísmo. Pero también se, que si está en mi la pereceza, la búsqueda en la cadena de la que forma parte, encontraré la fuerza y la sabiduría para fortalecerla.
domingo, 23 de marzo de 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
La sinceridad de tu palabra
El arte de hablar o escribir, diríamos expresarnos de manera correcta, lleva mucho años y entrenamiento. Es la búsqueda de las palabras adecuadas lo bello de encontrar lo perfecto. Darse a entender.
La falta de sinceridad, en ellas deviene del artesano que dedicaba exclusivamente su tiempo a la construcción de una obra, pero en ella erraba en la elección de su golpe, y desbastaba parte de la piedra que no debía.
La manera de corregir ello era usando cera para darle la forma que se buscaba. Esta pieza en su final ya no era pura como se debía, si no que escondía en ella imperfecciones que eran falsamente tapadas a los ojos de los demás.
Como artesanos de la palabra, el buscar y descubrir nuestros pensamientos deviene en la responsabilidad del uso correcto de ellas, para no tener que acudir a mentiras o artimañanas que no sean lo que uno quiere. Que no sea el apuro en terminar, ni la pereza que nos haga olvidar el norte. Si no la dedicación tal para que nuestra obra final sea de extrema pureza.
La falta de sinceridad, en ellas deviene del artesano que dedicaba exclusivamente su tiempo a la construcción de una obra, pero en ella erraba en la elección de su golpe, y desbastaba parte de la piedra que no debía.
La manera de corregir ello era usando cera para darle la forma que se buscaba. Esta pieza en su final ya no era pura como se debía, si no que escondía en ella imperfecciones que eran falsamente tapadas a los ojos de los demás.
Como artesanos de la palabra, el buscar y descubrir nuestros pensamientos deviene en la responsabilidad del uso correcto de ellas, para no tener que acudir a mentiras o artimañanas que no sean lo que uno quiere. Que no sea el apuro en terminar, ni la pereza que nos haga olvidar el norte. Si no la dedicación tal para que nuestra obra final sea de extrema pureza.
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